
Cho Nam – joo / Cuento / Alfaguara
220 $MNX / 227 págs. / Feria Internacional del libro del Palacio de Minería
Tiempo de lectura: 10 minutos / 1593 palabras
¿Sabía usted, querido lector imaginario, que en Corea del Sur más de 50 mil mujeres prefieren extinguirse antes que formar cualquier vínculo con los varones? Si bien la cultura surcoreana es conocida por su alta tecnología y sus profundas tradiciones, también es cierto que el machismo está adentrado en cada célula de la vida siendo las mujeres quienes más sufren estas estructuras patriarcales.
Violencia de género, acoso sexual, apariencia estética, presión reproductiva, falta de oportunidades educativas y laborales, así como los altos costos de vivienda a los que no pueden acceder por la inmensa brecha salarial que se marca entre géneros, son algunos de los temas de los que siete de cada 10 mujeres surcoreanas han sido víctimas.
¿QUÉ TIENE QUE VER LO QUE SABE LA SEÑORITA KIM CON TODO ESTO?
Esta colección de cuentos que salió a la luz en México el recién pasado enero del 2024, es una respuesta literaria, pero no por ello menos verdadera, sobre la realidad que se vive en Corea del Sur y muchos otros países como en México y América Latina en relación al espacio social, cultural, físico y simbólico que habitamos las mujeres en relación con el otro.
Lo que sabe la señorita Kim se compone de ocho cuentos, uno de ellos llamado como el nombre del libro. Estas narraciones son tan hermosamente simples que las hace provocadoramente profundas. Todas -sin temor a estar olvidando algo- están narradas en primera persona en voces de personajes que ocupan el rol de madres, hijas, abuelas, estudiantes, trabajadoras, hermanas y novias.
El hilo conductor es mostrar el maltrato, el olvido, la invisibilización y la obligación que enfrentan las mujeres en todos los aspectos cotidianos. Parece algo lejano porque está del otro lado del mundo, pero no, es algo que está dentro incluso de nuestras relaciones afectivas que se siente y se muestra mientras vas leyendo, dándote cuenta que la geografía es meramente imaginaria y que el patriarcado es tan real como la picadura de muchos mosquitos.
La violencia no es esa cosa literal del golpe, el moretón o el dominar un cuerpo para que ceda en contra de su voluntad a hacer algo que no quiere hacer. La violencia de género o la violencia contra las mujeres son esas limitantes estructurales que no les permiten desenvolverse como seres autónomos, por ejemplo está el renunciar al trabajo porque tu hijo pequeño debe ser tu única prioridad. Posponer un viaje soñado porque tu marido no está de vacaciones y no lo estará nunca. Guardar luto por una eternidad porque qué dirá la gente si te ven viviendo feliz a pesar de que tu marido ya se encuentra en otro plano. Estar siempre disponible para cuidar a los nietos. Sentir culpa porque tu esposo, con el que has estado casada por más de 30 años, se fue sin avisar y tú debes mostrar vergüenza ante su falta porque dan por hecho que fuiste tú quien lo hartó. Violencia también es esa trabajadora que llega primero y se va al último, que está disponible, que sabe todo el eje y maneje de la empresa y, aun así, no es candidata a un ascenso. Son estas las historias que se encuentran en Lo que sabe la señorita Kim.
¿QUÉ ONDA CON LA AUTORA?
Dicen que cuando la vida o la situación te ponen al límite, la necesidad de sobrevivir lo traspasa todo. Cho Nam-joo nació en Seúl en 1978. Se licenció en Sociología y, por algunos años, trabajó como guionista de televisión, sin embargo, por ahí del 2016 se vio a obligada a renunciar tras embarazase.

Fue ahí, en ese abismo que se disfraza de romántica maternidad, donde Cho Nam–joo empezó a escribir. Su primera obra fue Nacida en 1982 (2019) que, sin esperarlo, se convirtió en un llamado a las voces feministas que pondrían un hasta aquí. Poco después llegó Lo que sabe la señorita Kim y la lucha sigue. La autora, de 46 años, es una de las primeras en formar parte de una ola literaria cuya obra ficcional revela una realidad tan normalizada que, el otro género con sus sistemas y sus políticas, se resiste a ver.
¿QUÉ ES EL MOVIMIENTO 4B?
Debido a la constante e interminable presión social que sufren las coreanas del sur ante estándares, roles y participación desde su ser mujer, los colectivos feministas ha tomado posturas que, para muchos, pueden parecer radicales, sin embargo, desde mi perspectiva me parece una forma necesaria y abrupta de establecer límites. Ya lo dijo la activista Assata Shakur:
Nadie en el mundo, nadie en la historia, ha conseguido nunca su libertad apelando al sentido moral de sus opresores.
El movimiento 4B surgió en el 2019, convirtiéndose rápidamente en un símbolo de rebelión contra el sistema tradicional y contemporáneo. Las mujeres de esa parte del mundo buscan ya no ser vistas como meros instrumentos de placer, servicio y procreación. Por tanto, aquí sus principios que cada día ganan más adeptas.
- Biyeonae : No formar vínculos afectivos con hombres
- Biseksu: No mantener relaciones sexuales con hombres
- Bihon: No al matrimonio heterosexual
- Bichulsa: No hijos
Cabe decir que Corea del Sur es uno de los países con más baja natalidad en el mundo, por mujer se tiene 0.79 hijos, mientras que en México ronda el 1.82%. Y si bien muchas chicas no conocen el movimiento 4B, de manera independiente buscan su autonomía e independencia tomando como medida central una nula relación con los hombres por el peso que ello implica. Ahora que escribo esto me acuerdo del cuento Para Hyeonnam (Estimado Ex) donde la protagonista hace una serie de revelaciones en la que, debo admitir, me sentí identificada. Aquí un fragmento:
No pienso tener hijos. Si me preguntas por qué, tengo tantas razones que no podría enumerarlas todas en esta carta. Pero la primera y la más importante es que no quiero dejar de trabajar por el embarazo o por la maternidad. Preguntabas cuántos hijos prefería tener, en vez de qué pensaba sobre ser madre. Y si no tenía respuesta, me acusabas de vivir sin un plan.
Hubo otro cuento que en lo particular fue mi favorito. Se llama Noche de aurora boreal y es la historia de una viuda con su suegra. Viven juntas después de que el hombre (esposo/hijo) que tenían en común murió. Lo que las sigue manteniendo unidas es la hija/nieta. Un día, la viuda empieza a preparar sus vacaciones soñadas; se irá a ver auroras boreales en Yellowknife, Alaska. Si bien la hija pone el grito en el cielo y aunque es invitada a asistir, no puede porque tiene trabajo, un esposo y un hijo que atender, no le queda más remedio a nuestra protagonista que invitar a su suegra.
El viaje es extraordinario, se reconectan con su identidad que lejos está del rol social y pragmático. Sólo son dos mujeres maduras experimentando, por primera vez, pertenecerse a sí mismas. No hay hombres esposos, hombres hijos u hombres padres que estén marcando la pauta de lo que se debe hacer. Un cuento que me encantaría que leyera mi madre.
MATRIMONIOS BOSTONIANOS
A medida que leía estos cuentos y me enteraba además del movimiento 4B, recordé un concepto que se dio en el siglo XIX en Estados Unidos llamado matrimonio bostoniano. ¿Ha escuchado hablar de él, querido lector imaginario?
El matrimonio bostoniano son aquellos hogares formados por dos mujeres solteras que convivían de forma independiente de cualquier apoyo o soporte masculino, optando por seguir una carrera o profesión. Queda por debatir si estas mujeres eran lesbianas en el sentido sexual de la palabra, sin embargo, es importante mencionar que estas féminas eran educadas, críticas e involucradas en causas sociales, por lo que preferían renunciar a los hombres y al sistema limitante para confiar en su pequeño círculo matriarcal.
Si le interesa el tema, hay una película con Glen Close y Mia Wasikowska llamada Albert Nobbs (2011) que, a su vez, está basada en la novela de Simone Benmussa titulada The Singular Life of Albert Nobbs (1927).

Esta película de corte dramático nos cuenta la historia de Albert, una mujer que se ve obligada a hacerse pasar por hombre para poder sobrevivir. En el desarrollo aparece Helen, una joven camarista que queda embarazada y desprotegida en cuanto su prometido la abandona para probar suerte en las Américas. Cuando ya está a punto de perderlo todo y con un bebé en brazos, Albert le propone matrimonio para rescatarla de la señalización y la miseria. Se la recomiendo.
¿Y LAS TÍAS SOLTERONAS?
Si bien aquí en México no se dio el término matrimonio bostoniano, no es una idea exclusiva de las gringas juntarse dos personas del mismo género femenino para librarse de los martirios que suponía el matrimonio al ser, en su mayoría, casamientos forzados.
¿Quién no tiene en su familia a las tías solteronas, las hermanas quedadas, la viuda y la soltera viviendo juntas, las primas sin suerte que se quedaron para vestir santos. Quizá desde fuera veíamos a un par de mujeres que no tuvieron la suerte de ser elegidas por el sistema masculino, pero apuesto que detrás de esas puertas vivieron una libertad que ya muchas quisieran.
Ya para cerrar con este proemio, le cuento que en México y América Latina tenemos importantes autoras feministas como Alma Delia Murillo, Sara Sefchovich, Margo Glantz, Guadalupe Nettel y, a su vez, otras voces extranjeras como Marylène Patou-Mathis, Chimamanda Ngozi y Monique Wittig, por mencionar algunas.